Cómo medir los atributos para valuar un inmueble
Muchas
son las fórmulas y maneras de medir los atributos del inmueble que pretendemos
tasar. Una de las metodologías más recomendadas es aquella que se fundamenta en
el relevamiento y comparación de características del inmueble frente a su
oferta competitiva, algo similar al mecanismo que utilizamos cuando compramos
un producto o contratamos un determinado servicio.
Lo
primero que tenemos que definir a la hora de comparar nuestra propiedad con
respecto a la “oferta competitiva” es el área de estudio y quienes para
nosotros son realmente competidores por semejanzas. Una vez que tenemos bien
definida a la competencia y el área de influencia de la propiedad no tenemos
más que comparar valores de oferta (o de venta aún mejor) y contrastar a estos
valores contra los atributos de cada uno de los inmuebles seleccionados. Para
poder conocer a la oferta competitiva deberé de conocer muy bien a esta,
debiendo ingresar a los inmuebles como si yo fuera un comprador bajo la
metodología de “Mistery Shopper” o comprador misterioso, ya que será la única
forma de imbuirme con los datos de mis competidores y conocer el valor de
oferta de estos, un dato clave a la hora de contrastar atributos VS precios.
Pues
bien, que son los atributos?:
Son todos
los elementos que hacen al valor del inmueble (intrínsecos y extrínsecos),
estos irán variando siempre según el tipo de propiedad que debamos tasar.
Por
ejemplo para un departamento urbano el atributo “cercanía a estación de subte”
sería muy importante, sin embargo pasaría a ser un atributo de muy poca
importancia si estamos tasando una vivienda suburbana, caso en la que muy
probablemente el atributo “cercanía a autopista” sea fundamental. En
resumen tendremos que hacer siempre un nuevo listado y selección de atributos
fundamentales para tasar el inmueble de la ocasión.
Vamos a
poner un ejemplo, supongamos que debemos tasar un departamento a estrenar en
la ciudad, para el que nosotros creemos que los atributos más importantes
son: ubicación, calidad de construcción, calidad de amenities, espacios verdes,
tecnología, funcionalidad, seguridad, detalles de terminación e imagen formal.
Una vez elegidos estos atributos de medición tendremos que aceptar que estos
poseen distinto “peso” o “importancia”; distintos pesos que les confieren los
demandantes a la hora de volcarse o por un inmueble o por otro. Es por eso que
nosotros como tasadores nos debemos de colocar el “traje del comprador” e
imaginar con mucho criterio y sentido común el peso relativo que asignaremos a
cada uno de los atributos que mediremos: Por ej, puede haber algún caso en el
que no deberían poseer el mismo peso los porcentajes de espacios verdes
con la que cuenta un inmueble urbano que su ubicación. En el siguiente
gráfico se puede observar que al atributo “ubicación” se le da un peso del
100%, mientras que al atributo “espacios verdes” se le da un peso del 70%
Una vez
definidos los distintos pesos asignados a cada atributo y elegido el puntaje
que utilizaré para cada uno de estos, obtendré distintos puntajes ponderados a
los cuales deberé de promediar. Este promedio será contrastado con el promedio
(valor m2) del inmueble al cual debo tasar, con el cual realizaré el mismo
trabajo de análisis llevado a cabo con cada uno de los inmuebles utilizados
como comparables. A esta altura poseemos ya el puntaje promedio de las
ponderaciones y el “precio” o mejor aún el “valor por m2” de cada uno de los
inmuebles tomados para el estudio, sin embargo del inmueble a tasar tenemos
sólo el puntaje de ponderación, siendo ya la única incógnita el valor por m2 al
que debemos abordar.
Para el
caso se asigna al inmueble tasado un rango que oscila entre los U$S 1.650 y los
U$S 1.800*, dependiendo siempre de la velocidad con la que se pretenda
comercializar la unidad. El analizado es un caso en el que claramente la
propiedad tasada se diferencia por “calidad” ya que posee una cantidad de
atributos sensiblemente superiores a la oferta de la zona hecho que determina
un mayor valor. Habrá que verificar además si dentro del área hay un mercado
demandante de propiedades de mayor calidad a un valor m2 superior, en el caso
de que este mercado no exista tendremos que fijar el valor dentro de los rangos
más altos de la oferta competitiva localizada.
© ReporteInmobiliario.com, 2003-2016, viernes 11 de marzo de 2016
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